Nos suele pasar que día a día nos
quejamos de la inseguridad, los crímenes, el aborto, las adolescentes embarazadas, el consumo de
drogas, etc. Pero olvidamos preguntarnos cuales han sido los antecedentes de
tales personas para llegar a ejecutar sus ideas. Un estudio reciente publicado
por el Center For Marriage and Families,
titulado «Family Structure and Children's Educational Outcomes» revela que los
comportamientos negativos de niños y adolescentes dependen de las familias
divididas , por ejemplo el apego familiar tiene
un efecto directo sobre los adolescentes
que consumen drogas ilegales, los adolescentes con familias destruidas tienden
a ser activos sexualmente y solo para resumir, los jóvenes que nunca han vivido
con sus padres biológicos tienen mas probabilidades de cometer indulgencias y
ser arrestados.
En Bogota, a través del decreto 4436 de
2005, el gobierno reglamenta el divorcio ante notario, de común acuerdo entre
los cónyuges, la superintendencia de
notariado y registro, obtiene en el año 2011 una estadística a nivel nacional
de 8,273 divorcios a comparación del año 2010 con 3,391 divorcios, Bogota se
ubica en el primer puesto con 4,241
divorcios. La mayoría de estas disoluciones deja efectos que recaen sobre los
hijos.
Finalmente, esto nos hace dudar acerca de
nuestra vida familiar y cabe la pregunta, ¿lo hemos hecho bien? Y si aun
pensamos en unirnos con el “amor” ¿estamos preparados para asumir la responsabilidad de formar
chicos colombianos que aporten al mundo con sus conocimientos, y puedan dar fe
de padres excelentes? Si queremos niños con mejor educación debemos consolidar
las familias. Así tendremos éxito y prosperaremos como nación, parece ilógico
pero también depende de nosotros.
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