viernes, 13 de mayo de 2011

Un sacerdote comprometido con los jóvenes y con la evangelización

La comunidad Eudista y los estamentos directivos de UNIMINUTO lamentan profundamente el hecho ocurrido anoche, cuando el P. Gustavo García Bohórquez fue víctima de la inseguridad y perdió la vida en circunstancias que están en investigación por parte de las autoridades.
El P. Gustavo García era un hombre evangelizador de jóvenes universitarios, un sacerdote comprometido con el espíritu del Minuto de Dios y con el legado que nos dejó el P. Rafael García-Herreros. Una persona especial, ante todo humana, alegre, sensible y servicial.

Era un líder, enamorado de su sacerdocio como don de Dios, con un carisma increíble por los jóvenes y quien hizo efectiva la visión de la Universidad “El sistema Universitario UNIMINUTO será reconocido en Colombia por las vivencias espirituales y la presencia de Dios en el ámbito universitario”.

Hoy nos une un dolor inmenso. Estamos tristes y acongojados, pero también preocupados por los alcances de una problemática social resultante de la falta de solidaridad e inseguridad, que nos atañe a todos y que nos debe llevar a reflexionar sobre las motivaciones que conducen a desenlaces como este.

Esto solo nos confirma que definitivamente hay que mirar a la educación como camino para formar ciudadanos comprometidos con la vida, con los valores, con el desarrollo social y con el respeto como pilares fundamentales de la vida.

Invitamos a todos a que se unan a nuestro duelo con sus oraciones. La velación se realizará en la parroquia San Juan Eudes del barrio Minuto de Dios y las exequias serán mañana sábado 14 de mayo, a las 3:00 p.m. en la Plaza de Banderas del barrio Minuto de Dios.

domingo, 8 de mayo de 2011

La Foto De Bin Laden

Damas y caballeros. Este artículo de EL TIEMPO toca un debate muy interesante sobre lo que es noticia y no lo es. Léanlo y esta tarde hablamos sobre el tema.


¿Se debe publicar la foto del cadáver Osama Bin Laden en medios?



Expertos debaten sobre el tema. ¿Cuál es su opinión, querido lector?

¿Se debe publicar la foto de Osama Bin Laden para ratificarle al mundo que la operación que realizó un comando de los Estados Unidos en la población de Abbottabad (Pakistán) en efecto produjo su muerte?
Esa es la pregunta que se ha hecho el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y algunos de sus colaboradores en los últimos días y que también ha surgido en algunas salas de redacción del mundo sobre la conveniencia o no de publicar esta imagen.
Obama y sus colabores ya encontraron una respuesta: no lo harán, porque su divulgación puede inflamar las tensiones en el mundo árabe y poner en peligro a las tropas americanas en Irak y Afganistán, dijo el mandatario en una entrevista que concedió al programa ‘60 minutos’ y después en una declaración de la Casa Blanca.
En las salas de redacción la duda aún persiste. Lo más probable es que las fotos se filtren y lleguen a los computadores de editores y redactores, como ocurrió con el video de la habitación donde murió Bin Laden, el cual fue mostrado en exclusiva por ABC News el lunes de esta semana.
De hecho, algunas de las imágenes de las personas que acompañaban al líder de Al-Qaeda fueron distribuidas por la agencia de noticias Reuters y ELTIEMPO.COM se abstuvo de publicarlas por el fuerte contenido y porque, no nos digamos mentiras, no estaba Osama.
Pero, ¿y cuándo llegue la foto de Bin Laden qué vamos a hacer? El editor jefe de los portales noticiosos de esta casa editorial, Diego A. Santos, considera que no es necesario.
"¿Qué necesidad hay de mostrar la foto? ¿El morbo que piden las personas? Si los Estados Unidos están mintiendo, ya saldrá Bin Laden en una grabación. Además, ¿para qué exacerbar el odio de ciertos sectores musulmanes contra EE. UU.? Celebro la decisión de Obama de no sacar la foto. Es una lección que deberíamos aprender muchos periodistas", explica Santos.
Yo, como subeditor, estuve a favor de hacerlo. En el pasado, esta empresa publicó la foto del cadáver de Pablo Escobar el 2 de diciembre de 1993, en primera página.
En su momento, también se publicaron algunas de las fotos de ‘Raúl Reyes’ y ‘El Mono Jojoy’ con tres conceptos: que estas no ofendieran a los lectores, que sirvieran para documentar una realidad y que tuvieran el efecto de corroborar que en efecto los dos líderes guerrilleros habían sido dados de baja.
¿Se deben aplicar esos conceptos? ELTIEMPO.COM consultó a tres docentes de ética periodística sobre el tema para tener más argumentos. Pablo Álamo, quien trabajó con la Universidad de la Sabana, está en desacuerdo con divulgar esta foto porque la muerte de Osama tiene elementos diferentes a los de ‘Reyes’ y ‘Jojoy’.

Según Álamo, el tema de Bin Laden tiene implícito el tema de conflicto religioso y choque de civilizaciones que no puede ser mirado con desdén.
La divulgación de la imagen podría “exacerbar los ánimos y mientras se puedan evitar más odios es mejor. En esto hay que ser prudentes. La libertad de expresión tiene unos límites y esa foto podría ser muy ofensiva”.
El mismo punto de vista que expresó el representante republicano Mike Rogers, quien en declaraciones a The New York Times les dijo a los lectores estadounidenses: “Imaginen cómo la gente puede reaccionar si Al Qaeda mata a uno de nuestros líderes militares y decide divulgar las fotos en la Internet”.
Otra opinión  tiene el profesor Álvaro Forero Navas, quien ha participado en cátedras de ética en la Universidad Tadeo y en Los Libertadores.
Forero estima que la foto de Bin Laden es un “necesario mecanismo de información y verificación de la opinión pública, que siempre pone en duda la versión sobre la muerte de un gran objetivo militar”.
Aunque el Gobierno de los Estados Unidos estima que la divulgación de la imagen puede poner en riesgo a las tropas en Irak y Afganistán, Forero sostiene que así no se publique la foto de Osama, de todas formas “la venganza de Al-Qaeda se verá venir”.
Un tercer docente, que pidió no revelar su identidad porque trabaja en la rama judicial y no quiere comprometerse, aseguró que la foto no debe publicarse porque esta afecta a los familiares de las víctimas, viola el derecho a la intimidad y muestra la forma en la que murió un ser humano en estado de indefensión.
¿Quién tiene la razón? ¿Cuál es el argumento más convincente? ¿Quiere usted ver la foto? ¿Qué opina usted querido lector?

JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ
SUBEDITOR ELTIEMPO.COM

jueves, 5 de mayo de 2011

Divirtiéndonos con la Muerte


Aunque haya disminuido el apoyo popular a las corridas de toros, el fin de las fiestas crueles dependerá del grado de respaldo de los medios de comunicación, de los intereses económicos y de las instituciones públicas y religiosas que tradicionalmente las han justificado y mantenido, política y materialmente, a cambio de vender su alma al diablo o al mejor postor, permitiendo  la pérdida de valores éticos y religiosos del modelo egoísta de sociedad actual, intolerante y cruel, que se manifiesta a través de las retransmisiones taurinas, la violencia deportiva y doméstica  sin comprender el origen de los conflictos sociales y las guerras locales que condicionan el presente y el futuro de la humanidad.
El fomento de la crueldad y el desprecio a la vida llega incluso a condicionar el comportamiento y la identidad cultural de los aficionados a la sangre, a través de nuevos videojuegos , a través del cine o del teatro, en obras como “Carmen” y “Don Juan en los ruedos”, de Salvador Távora, que llenan los escenarios de sangre real, vertida para satisfacer el morbo de los espectadores, o la película “Hable con ella”, del director Pedro Almodóvar, quien organizó corridas de muerte en Madrid y Guadalajara, que costaron la vida a varios toros, destruyendo la magia incruenta del cine para manchar de sangre a los espectadores y hacerles cómplices involuntarios de una atrocidad éticamente incomprensible e injustificable.
Uno de los factores que contribuyen a mantener y fomentar las corridas de toros es el aporte de dinero público de las instituciones locales y regionales a las escuelas taurinas, que surgieron junto a los antiguos mataderos municipales, donde se entrena a niños de doce y catorce años en “el arte de matar”, mediante competiciones y prácticas con terneros y vacas, que sufren atroces heridas e incluso, como en la escuela taurina de Madrid, mutilaciones de las orejas y el rabo antes de morir. Barbaridades que forman parte del ritual tauricida de las corridas, apoyadas y justificadas por representantes taurinos de la cultura.
El gobierno de Andalucía, que también apoya las corridas de toros, justifica las escuelas taurinas que subvenciona haciendo una lectura parcial de los artículos 35 y 46 de la Constitución Española, que tratan del derecho al trabajo y la libre elección de un empleo o una profesión, así como el fomento y conservación del patrimonio cultural español, sin tener en cuenta el artículo 15, que trata del derecho a la vida, sin miedo a la tortura y a un trato inhumano y degradante, que convenientemente no se aplica a los toros y caballos víctimas de las corridas.
Otros factores económicos que contribuyen a mantener las corridas son la asistencia, nada grata, del turista ocasional que apoya, a menudo involuntariamente, el morboso espectáculo y la diversificación económica de los ruedos. Asimismo, mientras algunos ganaderos se benefician de la ayuda económica de la Unión Europea, destinada a la producción de carne, otras subvenciones públicas permiten la celebración de corridas de toros en pueblos y ciudades que carecen de medios económicos para organizarlas por su cuenta. La venta de carne de los animales sacrificados a los gourmets taurinos, que ignoran o desean ignorar la importante liberación de toxinas producida por el estrés de las víctimas y las enfermedades habituales relacionadas con su consumo.
No apoyemos las corridas de toros , estas atentan contra la vida de estos animales y no contribuyen en nada la cultura y el desarrollo.

Tengamos En Cuenta Que ....

Cada día se demuestra más que la información privada de las personas es muy vulnerable debido a que es almacenada en discos duros de aparatos electrónicos fijos o móviles, potencialmente 'hackeables'. O sea que pueden ser violados para extraer los datos. La ingenuidad hace que nuestra privacidad sea penetrada muy fácilmente y usada en formas que solo los malosos se pueden imaginar. ¿Qué tal la inseguridad de redes sociales como Facebook, Myspace, twitter o muchos otros portales similares? Lo peor es que, en muchos casos, la información que en ellos se almacena ni siquiera es publicada por el mismo afectado, sino por terceros, que no tienen ni idea de lo que están haciendo ni de los efectos que pueden tener, lo que llega inclusive a convertirse en una amenaza para su vida. Fotos de fiestas, direcciones de lugares de encuentro y de residencias, correos electrónicos, teléfonos y otra información pueden ser usados por criminales, secuestradores o chantajistas contra personas que ni saben de la existencia de esos portales. Hijos o terceras personas relacionadas usan esas redes sociales para divulgar ingenuamente información peligrosa para su integridad, más en este país donde hay criminales a la expectativa de que alguien abra una de estas puertas para cometer sus fechorías. Muchas veces también son utilizadas para hacer campañas mediáticas en contra de políticos o funcionarios públicos en forma injusta. La seguridad empieza en casa, en las personas a las que hay que explicarles los peligros de publicar información en portales como los mencionados y mostrarles el uso de las herramientas que se ofrecen para restringir el acceso a ella. Aunque por más que estas se usen, si no existe en los usuarios la conciencia de que la seguridad de la información comienza en ellos, no importa qué software u opciones de estos se utilicen, sus datos podrán ser violados por un criminal o un hacker. Si la privacidad de las personas en Internet no se cuida, a la larga se puede convertir en el palo en la rueda de la dinámica del ciberespacio.

Cabrestero

Cabrestero